¿Crees que las coincidencias existen?

¿Que tal el karma y eso de que lo que le envíamos o pedimos al universo se nos da?

PRÓLOGO
Siempre he sido una persona sedentaria, pero desde hace mas de un año mi nivel de sedentarismo se ha triplicado al no verme necesitada a salir de la casa para nada. Es algo que vengo queriendo cambiar pero siempre hay una excusa para no hacerlo. La verdad es que a mi me gusta caminar y a pesar de los calores arrolladores de Miami disfruto estar afuera y sentir la brisa, por mínima que sea. Así que esta semana me llené de valor y salí a caminar.

SAMARITANA YO (día 1)
Me dio por ir bien lejos (para mí) y caminé una milla de ida. Cuando me disponía a regresar, una señora muy mayor que caminaba hacia mi encuentro me detiene, y me dice que estaba perdida. Me avergüenza un poco el confesar que mi primera reacción fue mirar alrededor y asegurarme de que no me fueran a asaltar o secuestrar. En este mundo se ha visto de todo y yo soy un poco paranoica, o cuidadosa, depende de como se quiera ver. La costa parecía clara, y la señora de veras necesitaba mi ayuda. Para no hacer el cuento muy largo, gracias a otro gran samaritano que pasaba, pudimos regresar a la anciana a su casa, sana y salva. Imagínense, era mi primer día de caminata y había hecho mas por la sociedad que un mes sentada en casa. Ya tenía ganas de caminar al próximo día.

LA BICICLETA (hace unos años)
Mi abuelo me enseñó a montar bicicleta en el parque que quedaba cerca de mi casa en Cuba cuando tenía alrededor de 6 años. Fue mas o menos así: Dale yo te empujo, no te preocupes que yo no suelto la bicicleta, tu dale a los pedales. Pero mi abuelo soltó la bicicleta y yo me desbaraté las rodillas. Pero bueno, terminé aprendiendo, y la verdad que lo disfrutaba mucho. Aquí en Estados Unidos nunca he tenido una bicicleta, pero hace un par de meses que vengo deseando una y no me decido a comprarla porque “para que gastar dinero si va y ni la uso…” Pero me dije, bueno, tal vez deba compra una de uso para empezar, a ver que pasa.

EL KARMA (día 2)

El próximo día volví a salir a caminar. Esta vez embullé a Ricardo, e hicimos casi el mismo recorrido. Ya de regreso a casa, sin haber salvado a nadie, miro hacía una casa que como todas esa mañana, tenía afuera el tanque de basura. La diferencia era que al lado de la basura había, paradita y esperando por su nuevo dueño, una bicicleta.

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Según mi compañera de trabajo con esta racha de buena suerte que he tenido no debo esperar mucho del universo en al menos un mes. Pero hoy volví a salir a caminar, así que para mi, ya eso es un regalo.

¿Te ha pasado algo que sientes que ha sido el universo conspirando a tu favor?


 

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